miércoles, 9 de noviembre de 2011

Trabajo para mi profe:

Al parecer por fin he sido bienvenido en mi primer día!!


Este trabajo seria para mi profesor... pero continuaré con el blog en mi tiempo libre.


Bien...comencemos:


Podemos resumir fácilmente la vida de Cristóbal Colon en tres partes: Nace en Génova, Italia, en 1451; descubre América en 1492 (su primero de cuatro viajes); y muere en Valladolid en 1506. Pero aquí haré una explicación mas detallada de sus cuatro viajes; digamos que bastante exhaustiva.


11 de octubre. Navegó hacia el Suroeste. Hubo mucha mar, mas que en todo el viaje. Vieron pardelas y un junco verde junto a la nave. Los de la carabela la Pinta vieron una caña y un palo, ademas de varias señales de tierra. Los de la carabela la Niña también vieron señales, y un palillo cargado de escaramojos. Con esto se alegraron todos, y andaron, hasta el atardecer, veintisiete leguas.


Cristóbal Colon.
Ya de noche, cambiaron de rumbo hacia el Oeste, por primera vez en todo el viaje, y andaron hasta dos horas después de media noche veintidós millas y media. La carabela la Pinta fue la primera en hallar tierra, e hizo las señas que el Almirante había mandado. Quien la vio primero fue Rodrigo de Triana; puesto que el almirante, estando en el castillo de popa, vido lumbre (?), aunque fue cosa tan cerrada que no quiso aceptar que fuese tierra, pero llamo a Pero Gutierrez, y le dijo que parecía tierra, que mirara él mismo, así lo hizo y al verla; el Almirante le dijo también a Rodrigo Sánchez de Segovia, el cual no vio nada porque no estaba en un lugar donde la pudiera ver.  La tierra era como una candelilla de cera que se alzaba y se levantaba, lo cual a pocos parecía ser indicio de tierra. Entonces cantaron la Salve a su manera; el Almirante los amonestó y les rogó que hicieran buena guardia en el castillo de proa y que buscaran tierra, y que al primero que la viera le dará luego un jubón de seda.
El día viernes llegaron a la isla de los Lucayos, llamada por los indígenas Guanahaní. Luego vino gente desnuda, y el Almirante junto con los capitanes de las carabelas La pinta y La Niña.  El Almirante sacó la bandera real y los capitanes salieron con dos banderas de la Cruz verde.




La isla de Guanahaní.
Al llegar a tierra tomó posesión de esta isla por el rey y la reina de España. Allí se juntó mucha gente de la isla. Posteriormente habló a sus marineros. Luego intercambiaron bonetes y cuencas de vidrio por gallos e hilos de algodón en ovillos y muchas otras cosas. Ninguno de los que vi tenía más de treinta años; noté que nunca se habían cortado su cabello; con todo el cuerpo pintado de blanco y otros colores. No traen armas ni las conocen. Su azagayas son unas varas sin hierro, y algunas tienen dientes en el cabo y cosas por el estilo. Me contaron que  personas de otras islas querían tomar la suya, pero ellos se defendían.




Sábado 13 de octubre. Estos hombres vinieron a la nave con almadías hechas del pie de un árbol  algunas eran bastante grandes en las que cabían cuarenta y cinco hombres y otras en las que sólo cabía uno. Vi que algunos de ellos traían narigueras de oro; por señas entendí que hacia el sur había un rey que tenía muchísimo oro.
Esta gente es muy mansa; cuando llegan a nuestros navíos toman lo que pueden y se echan a nadar. Dan lo que tengan por cualquier cosa que se les de, como los pedazos de tazas de vidrio rotas o de las escudillas.  Como es de noche, ahora todos se fueron a tierra con sus almadías.




Almadía.
Domingo 14 de octubre. Al amanecer ordené preparar las barcas para partir al Nordeste de la Isla, con el propósito de ver los otros poblados. La gente que venía de la playa nos llamaba y daba gracias a su Dios. Unos nos traían agua, otros cosas de comer, y otros nos preguntaban a través de señas si veníamos del cielo. 
Luego de contemplar aquella isla me volví a la nave y largamos. Vi tantas islas que no sabía que no podía decidir a cuál iría primero. Mis marineros dijeron que se trataba de más de cien islas. Por lo cuál me decidí por la más grande.


Desembocadura del Orinoco.
En su tercer viaje Cristóbal Colón llega a la desembocadura del Orinoco, en el Atlántico.


Yo creo que si pasara por debajo de la linea del Ecuador llegaría al paraíso terrenal, a donde no puede llegar nadie, salvo por voluntad divina. Yo creo que este es el paraíso terrenal, porque las señales son conformes a la opinión de Santos y sanos teólogos, y en ello ayuda la suave temperatura.


En el cuarto viaje Colón se enfrenta a las tormentas del Caribe que le hacen pensar en un segundo diluvio.


Nueve días anduve perdido sin esperanza de vida. Mis ojos nunca habían visto la mar tan alta, fea y hecha espuma. El viento no me dejaba lugar para correr hacia algún cabo. El día y la noche ardían como un fuego que echaba su llama con los rayos, y yo me preocupaba por los mástiles y las velas. Mis marineros deseaban la muerte para salir de tantos martirios. Los navíos habían perdido dos veces las barcas, anclas y cuerdas, y estaban abiertos, sin velas.


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La muerte de Cristóbal Colón
Luego que yo las hube puesto bajo su real y alto señorío y preguntando para que me dieran su gran recompensa, de improviso, muy seguro y alegre fui apresado y echado con dos hermanos en un navío, cargados de hierro, desnudo por completo, muy maltratado, y sin ser enjuiciado justamente.


Ya todo mi cabello está lleno de canas, y me siento muy enfermo. Creo que esto no se hizo por un orden suya, y que usted hará castigar a quien me hizo esto, pues además me robó mis perlas, y ha hecho mucho daño a este Almirante. Fecha en las Indias, en la isla de Jamaica a 7 de julio de 1503.









Tomado de "Los cuatro viajes", Cristóbal Colón.